Una anécdota

miércoles, abril 23, 2008

Recuerdo que el año pasado, en una de esas tardes calurosas, me dijiste fervientemente que estudiarías en la Universidad Privada de Santa Cruz y que yo tomaría el camino de la Escuela Militar de Ingeniería. Después de discutir mucho, llegamos a la conclusión de que podríamos describir nuestras futuras universidades en algunas palabras. Tal vez el resultado fue que terminamos convenciendo al otro.

Tú te fuiste a la EMI y yo a la UPSA.

Gracioso, no?

Un abrazo.

PD: Para que no me reclames como la anterior vez.

Esto lo hicimos los dos, no sólo yo.
Una mañana de julio
Pasé por el lugar que iluminó mi futuro
Supe que era para mi; sin pensarlo
Acaricié mi sueño materilizado

Entre tanto, en la soledad amezante
Me mostaste la verdad en un dibujo
Intenso, real, tuyo

Usurpaste furtivos pensamientos
Pensando que te pertenecían
Sabias que eran prohibidos
A pesar de la intensa neblina que los rodeaba, los viste

Escapaste, te fuiste
Me vengaste con el viento y lo cegaste
Incluyéndome a mí y a mi muñeco de nubes

Una densa mentira cubrió
Puras palabrerías
Soñando con hacerlas realidad
Añorando ser escuchadas

En ciertas líneas te dije sin decir
Mi más guardado secreto
Imagina que soy alguien más, pero que te dice, Te quiero

Un cielo azul
Para poder recordar tu pureza
Sol radiente que ilumine tus ojos
Apresaron mi corazón

Entonces, me dijeron que no te vería más
Me mintieron las constelaciones que, de brillo en brillo
Invitaban a que nos sentemos en su galaxia por siempre

Un poco de inocencia
Para poder ver la virtud de tu alma
Solo con una mirada
Amarraste a mi corazón tu recuerdo

Emitiste un sonido a lo lejos
Me miraste y agitaste los brazos, pero la
Interferencia me impidió escuchar algo más del Te necesito

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