Ángel

domingo, septiembre 27, 2009

Clásicos. Esa palabra engloba muchas cosas, desde música, libros, literatura convencional, frases, clichés, programas de televisión, en fin, tantas cosas. Hoy me dije, Será una noche de clásicos.

Saqué del desván algunos discos que tenía guardados, muchas revistas empolvadas, restos de diarios viejos y una cantidad absurda de papeles varios. Me encontré con sorpresas desagradables -como viejas cartas escritas a un destinatario errante-, respuestas poco agraciadas de un remitente falso y esas envolturas de dulces que ya no se producen. No contaba con encontrarme billetes antiguos, de tiraje olvidado; creo que eso fue suficiente.

Los minutos fueron pasando y los progresos no eran los que esperaba; me encontraba tendido en el suelo, acompañado del polvo y las polillas; las astillas del cajón comenzaron a lastimarme cuando me percaté de que ya había sacado todo su contenido y que mis manos estaban raspando el fondo.

Me rodeaban los fantasmas, la miseria, las sonrisas, los llantos, la magia. No tenía tiempo para ver más allá de mi ventana. Estaba encarcelado.

No tuve más remedio que ordenar ese caos y ver si podía aunque sea retomar mitad de la noche para mi propósito inicial.

Algo llamó mi atención al apilar unos cuantos libros viejos; era una lista guardada cuidadosamente en una bolsita plástica transparente. Obviamente no dudé un segundo en abrirla; estaba escrita con lápiz -nunca me gustó el lapicero- y tenía un toque de media noche irrefutable -claramente fue escrita para que sólo yo pueda entenderla-.

Sonreí mucho al verla; vi que estaba completa en su totalidad, menos en un punto. Volví a reír cuando lo leí. Me distraje mucho con tremendo hallazgo y creí conveniente colocarla en la puerta de mi ropero, así tendría algún motivo para sonreír luego de un día largo. Apilé lo demás, lo coloqué en el viejo cajón y me llevé dos o tres cosas que creí desaparecidas.

Mantuve esa sonrisa de cumpleaños durante algunas semanas, moviéndome entre exámenes rutinarios, otras sonrisas no tan legítimas y algunas lágrimas. Aunque a decir verdades, me olvidé de todo ello cuando llegaste tú.

Son muchas historias que comienzan un lunes por la tarde, un domingo en la mañana o un miércoles por la noche. Esta comenzó un martes. Mi memoria me dice jueves, pero ella dice martes. Martes.

Detallar es indagar, es describir. El tiempo dirá si los detalles vienen o van. Sólo diré que mientrás más segundos pasaban, más extraña fue esa sensación de necesidad. Mientras más segundos pasaba lejos de ella, más necesidad -sí, un tanto recursivo el asunto- tenía de correr hacia algún dispositivo de comunicación, escuchar su voz, leer sus palabras. No podría decir que no sucedían cosas ahí, aunque mis palabras a veces dijeran lo contrario.

La primera vez que nos vimos, no hubo necesidad de carteles con los apellidos para reconocernos ni mucho menos una presentación formal. Fue como si nos conocieramos desde siempre; un abrazo, unas palabras en el aire y otras escritas, Eres lo que me imaginaba.

Los siguientes días fueron igual o mejores que los primeros. Tal vez omitiendo algunos de los lunes, domingos y miércoles de los que hablamos anteriormente, los demás martes, jueves y sábados fueron tan buenos como los viernes.

Mi filosofía fue siempre nombrar viernes a todos los días.

Un día, sí, un día, ella y yo tuvimos que refugiarnos del frío y de la hora, juntos, bajo un mismo techo. Y fue aquel día también, sí, aquel, cuando sabía que mi último propósito en la Tierra iba a ser cumplido. Pienso que cumplí la misión, porque fui recompenzado con el beso más maravilloso por la mañana.

Hoy, o ayer, ya no lo recuerdo, al llegar a mi casa me percaté de que la puerta del ropero estaba abierta. Fui a cerrarla y encontré mi lista, olvidada por estas seis semanas de agitación extrema. La saqué de ahí y la volví a leer con detenimiento. Llegué al último punto y agaché la cabeza. Tomé un lápiz que estaba en la mesita de noche y taché el último requerimiento. Doblé la lista en dos y la puse en mi billetera. No podía creer que después de tantos años, hubiera terminado aquella lista de sueños tan extraños como hermosos.

El último punto estaba distante de los demás, tan inalcanzable como su realización. Hoy, o ayer, puedo, o pude, decir que aparte de ser la cosa más increíble que me haya podido pasar, fue la experiencia mas grata que un ser humano puede tener.

El fin de la lista decía,

"Cuidarle el sueño a un ángel".

La verdadera entrada 500

sábado, septiembre 26, 2009

Llega un momento en que todo ser humano ve terminado un propósito y no sabe cómo reaccionar ante esa fatalidad anunciada.

Despertar de un sueño es tan complicado como acordarse a plenitud de él.

Hoy cumplí un punto de un objetivo mayor, y es tener una cronología de mi vida plasmada con unas cuantas letritas, un lápiz y muchos papeles.

Tengo una lista interminable de agradecimientos, que dejaré a imaginación a ustedes que me leen (que gracias a Dios, tal vez, son muchos o pocos, no tengo la certeza).

Podría olvidarme de muchos, o nombrar demasiados. Uno nunca sabe cuando llega ser inoportuno o inesperado.

La renovación al blog se hizo el 6 de Junio, y continuaré con esta línea hasta que haya otro cambio radical en mi vida; tal vez dentro de poco, dentro de mucho. Todo depende de la respuesta a muchas preguntas, un tanto rebuscadas, un tanto directas, todas ellas develadas o escondidas dentro de todo este enmarañado de palabras que componen la vida y obra de este blog.

Un abrazo a todos.

Muchas gracias por estar aquí.

N.C.V.

... (Disgresión de Aniversario)

viernes, septiembre 25, 2009

Te sientas como una muñeca
triste y sola esperando que la luna aparezca
tu corazón siente como lo aprisiona la soledad
tan fuerte, tan siniestra como una tuerca.

Eres como una niña perdida
no te guía el instinto, te guía la ira
y al saber que tus lágrimas no resuelven nada
dejas que el mundo te arrastre, quedándote ahí
[parada].

Sé que no tengo que recordarte todas estas cosas
que mientras jugábamos te distraías con las nubes
que me describías de formas increíbles magnitudes reales
que simplemente te ibas sin decir palabra
[sin explicar nada].

Pero me veo en la obligación de hacerlo
porque a mí, ahora, me guía el instinto
suelo enterrar sueños pero no soy un asesino
gano muchas batallas pero no suelo merecerlo.

Y es que en la oscuridad de esta noche
está oculta nuestra claridad
está la ropa que reemplaza al disfraz
está oculta la verdad.

Sólo te quiero decir
que ese tu fantasma sigue rondando estas calles
deteniendo taxis, esperándolos en las esquinas
fumando un cigarrillo y tirando la colilla
[como nunca lo hiciste].

Lárgate de aquí
que el silencio no merece tus palabras
que la mente no entiende tus conceptos
[ni tus promesas vanas].

Tiempo

martes, septiembre 22, 2009


El tiempo es como una regla que utilizamos para medir la magnitud de nuestras consecuencias, sean cuales sean estas, buenas o malas.

Nunca imaginé llegar a elaborar tal aforismo. Tal vez mi pensamiento crítico ha evolucionado al extremo de poder definir al Tiempo de una manera tan imprecisa como correcta. Digo imprecisa porque la magnitud del enunciado no se compara con los grandes postulados de la edad moderna o los clichés de la contemporánea. No pretendo tampoco compararme, simplemente cito algunos puntos temporales para, uno, desmarcarme de ellos y dos, para, contrariamente, aventurarme a la crítica.

Sucede entonces que el Tiempo sería catalogado de por sí -si es que no lo está ya- como otra de las infinitas unidades de medición. Tal vez para mí, ahora, decir cosas como Pies por segundo o Kilómetros por hora tenga un poco más de validez que antes. Y es que no importa la distancia recorrida; lo que realmente importa es el tiempo transcurrido. Aunque cabe aclarar que esta es una mera opinión personal, sujeta a cambios... según el pensamiento evolucione en el tiempo.

Manera pues, de definir nuevamente el tiempo. "Para entender al Tiempo, primero hay que entender al Tiempo". No es que la recursividad haya perturbado mi espíritu o haya adoctrinado mi manera de ver las cosas; simplemente me ha hecho comprender que para salir de un ciclo de completa ignorancia o desconocimiento, debemos recorrer el mismo camino una y otra vez hasta encontrar una respuesta convincente -no necesariamente correcta-, acumular resultados -o experiencia- y enfrentar a esa ignorancia con fundamentos. El Tiempo fiscaliza nuestros pasos y a su vez sigue su propio camino. La meta siempre es la misma; uno mismo.

Al perder la noción del tiempo, perdemos el camino. Y al perder el camino, no nos queda otra solución más que volver a comenzar, midiendo la magnitud de nuestras consecuencias, sin caer en los mismos errores y procurar escapar de tantas cosas que perturban nuestro espíritu.

Lunar

lunes, septiembre 21, 2009

Es la hora de partir, le dijo sonriendo. Tomó a su novio de la mano y lo jaló un poco hacia el resto. Él hizo ademán de despedirse mientras ella se acercó un poco más. Nos vemos, le dijo, y rozó su suave y pálida mejilla contra ese cutis clásico de ingeniero que portaba. Él esperaba ese beso al aire, clásico de las andanzas, pero recibió, muy por el contrario, un toque eterno, como una brisa; miles de puntitas jugando entre su mejilla y su párpado; miles de pestañas rastrillando su paso.

El Cuídate que atinó a decirle salió de lo más profundo de su ser. El Cuídate tú también de ella, ya siendo arrastrada por el novio, sonó como esas respuestas lejanas que uno nunca espera, pero que sí presiente.

Luego de cruzar la avenida, se dijeron Adiós entre los demás y una de esas vagonetas rojas hicieron del polvo un accesorio más. Él continuó su despedida con un movimiento de la mano mientras ella desaparecía entre una ventana polarizada y la velocidad del novio.

Los demás se dispersaron como palomas mientras que él se dispuso a encerrarse en una burbuja, apretar el botón de play y seguir su rumbo.

Sabía que tenía que cruzar la ciudad para olvidarse de lo ocurrido. Aunque sabía que una ciudad no bastaría.

Agachó la cabeza, buscó entre sus monedas y le dio al chofer la de mayor valor. No esperó el vuelto y se fue a sentar ahí, donde nadie se sienta; sobre la rueda del bus.

Fue un viaje tranquilo, a pesar de que tenía conciencia de que era un viaje sin retorno; un adiós sin vuelta...

Una sonrisa y varias pestañas; un lunar y muchas estrellas.

Tengo

sábado, septiembre 19, 2009


Tengo un barquito
para cruzar este océano de papel;
tengo pájaros
para volar este cielo lleno de plumas.

Tengo minutos
para sobrellevar estos relojes y
tengo sombreros
para esconderme de la magia de vez en cuando.

Tengo lágrimas
para secar los pañuelos;
tengo dos manillas
para llenarlas de manos.

Tengo tantos recuerdos
para tapizar una alfombra y
tengo tantas sonrisas guardadas
para embotellar más sueños.

Tengo un barquito
para ir por ti a donde los papeles no lleguen;
tengo pájaros
para llenar de plumas tus caminos y tus parajes.

Tengo minutos
que transformo en añoranzas y
tengo sombreros
para sacármelos cada vez y mostrarte una reverencia.

Tengo lágrimas
aisladas en pañuelos;
tengo dos manillas
que nos conectarán por siempre.

Tengo tantos recuerdos
como segundos pensando en ti y
tengo tantas sonrisas guardadas...
[como besos esperando ser...]

Formalidad

lunes, septiembre 14, 2009

No fue culpa del cansancio
no se tuvo que meter ni siquiera al sol
no fueron suficiente horas de diversión
ni mucho menos algunas gotas de valor.

No fue culpa de las palabras
misericordiosas ante la situación
tampoco de los verbos
que en su accionar no condujeron a la perdición.

El Pecado fue la Formalidad
que en su frialidad se comió el ambiente
le quitó el aire y masticó las sonrisas
y las convirtió en pequeños acordeones de dientes.

El Pecado fue la Formalidad
que en su elegancia le quitó la sorpresa al momento
escondió entre brillantinas el nerviosismo
y marcó de negro una noche tan clara.

El Pecado fue la Formalidad
que por no decir Te quiero dijo algo más sonoro
que por no decir Quiero estar contigo susurró algún chascarrillo
que por no decir Eres maravillosa se limitó a sonreír para la foto.

El Pecado fue la Formalidad
porque en el Momento en que ocurrió, el instante se perdió
porque la causa no valió el efecto
porque la sorpresa no llegó a eso.

El Pecado fue la Formalidad
[...]

Quisiera decirte tantas cosas,
únicas, tal vez repetidas;
intentaría demostrarte algunas otras,
siento que esto tal vez no podría tener fin, aunque,
indistintamente al tiempo, las tristezas pasan,
escapan los gritos y el júbilo es grande,
realmente grande... tanto que se puede palpitar,
agitar, cortar con tijera;
sería entonces la tierra prometida; tú y yo en ella...

Sería entonces la cuna de nuestras promesas,
esperanza de nuestros sueños
realidad de nuestras fantasías...

Miraste entonces con atención estas palabras,
intentado encontrar algo que a simple vista no se ve...

Notaste entonces que estaban cargadas llenas de cariño,
olvidaste que tal vez podrían contener algo más,
vienen, van, se chocan, fusionan, se ayudan,
intentan formar algo más que un significado juntas;
anidan, estas palabras, mucho más que oraciones con sentido...

[Esconden más de lo que imaginas...]

... (Disgresión Dominical)

domingo, septiembre 13, 2009

... Y es que a pesar de que no tengo ningún compromiso con usted, ya siento la obligación de protegerla, sonreírle, confiarle mi confianza y sobre toda las cosas...

De extrañarla.

Entonces surge un cuestionamiento básico.

¿Me permitiría asumir ese compromiso con usted?

Digo, para formalizar la cosa...

[Es que no me gusta el papeleo
Pero sí el trámite].

Partícula

jueves, septiembre 10, 2009


Desde que llegaste
entraste, me viste, te quedaste;
desde que me abrazaste
te acercaste, me miraste...
No te puedo olvidar...

No me puedo imaginar
un futuro, un mañana
sin que tú no estés en él
[para juntos soñar]...

Lluvia (IV)

miércoles, septiembre 09, 2009


Esta lloviendo
abro la ventana
[no entran más que recuerdos...]

Caen gotas
estiro el cuerpo
[no me mojan más que lágrimas...]

Se ilumina el cielo
grito a los cuatro vientos
[son cosas que no pueden estar sucediendo...]

Salto hacia el techo
se quedan lejos
[los zapatos, miedos y complejos...]

Hay tantas cosas que decir
empezando por las obvias
continuando con las ciertas
y terminando con las mentiras
[si se tiene como parámetro un fin...]

Tantos besos que dar
como los que se lleva el viento
los que se roba el tiempo
los que se tramitan bajo presión
[si se tiene como parámetro un fin...]

Tan poco tiempo
para pensar en ello
para recurrir a ello
para esperar a ello
[si se tiene como parámetro un fin...]

Tan pocas ganas...

[De fracasar.]

Te Quiero Noblemente

domingo, septiembre 06, 2009

A veces te quiero decir muchas cosas
pero encuentro que son muy comunes
a veces siento que son eternas las noches
y que las mañanas no serían las mismas
[sin tus palabras, que son como rosas]

A veces quiero decirte muchas cosas
pero no se pueden escribir con palabras
mucho menos pueden demostrarse llenando montones de hojas
y que existan teoremas para recalcar
[que desde el día que llegaste los días son diferentes...]

A veces quiero decirte muchas cosas
pero mi vocabulario no es tan grande
ni todo el conocimiento del mundo es aceptable
cuando tú eres el blanco
[de los adjetivos más maravillosos del mundo]

A veces quiero decirte muchas cosas
hacerlo diferente siempre
expresarte una cosa de mil maneras
que mis sonrisas sean infinitas
[como las veces que pestañeas]

A veces quiero decirte muchas cosas...
te quiero mucho lo dicen bastantes
te extraño lo decimos siempre
acuérdate de mí viene por añadidura...

Hoy quiero decirte que...

Te Quiero Noblemente.

Confianza

Y eso... la confianza es el alfa y omega de todas las cosas...

Caballero

sábado, septiembre 05, 2009


Tengo el honor de decir
que me he inclinado ante una Reina
me han coronado Caballero,
y en Su tiara vi reflejada mi sonrisa
de esas que no se olvidan...

Tengo su perfume
en cada átomo del cuerpo,
en cada célula de mis vestiduras,
no intento confundir las medidas
simplemente que mi cuerpo se petrifica
mientras que las ropas cobran vida
[con cada roce de sus manos].

Me ha mostrado
música selecta
lírica indescriptible
danzas desconocidas
y movimientos inexplicables.

Me ha mostrado
que se puede reír de todo y de nada
que las palabras fantasiosas y la realidad...

[van de la mano como ángel y su pastor
como máquina y su creador;
van de la mano como madrina y su ahijado
como margaritas y su prado...]

Me ha mostrado
que el olor del maquillaje
es tan dulce
como la persona que lo usa.

Me ha mostrado
que a pesar de catapultarme a sabio
de conocer estrellas y firmamento
de hablar con elocuencia y fundamento...

[Me ha mostrado
que no hay más sabiduría que la de un beso
no hay más conocimiento que la del brillo de sus ojos
que no existe más perfección
... que la de un abrazo y un susurro].

Me ha mostrado
que aún tengo mucho que aprender...

Me perdí

jueves, septiembre 03, 2009

Me perdí
en sus uñas, en sus estrellas
sus ojos, la maravilla de su boca
el camino desde sus manos
y el inicio de su cabello.

Me perdí
netamente en su mirada
en el sonido de su voz
y en el canto aquel que acompañan sus palabras.

Me perdí
y cada vez que que lo hacía
me preguntaba Qué pasó
y yo le respondía que Nada
[mentira más inocente
cómo no me va a pasar nada...
estando con alguien como usted]

Me perdí
[...]
pero te encontré.

Sueño

miércoles, septiembre 02, 2009

Me han robado el sueño
no fue un asalto a mano armada
tampoco fue de esas historias inventadas
ni mucho menos aquellos atracos pequeños
[donde se pierde un borrador y se acaba el mundo].

Me han robado el sueño
fue a causa de ese sonido tan característico,
esas pausas casuales entre un significado y otro,
aquellas palabras que no sonarán igual en ningún otro lado
[esa tu voz que escuché tan poco, pero que
reconocí al instante].

Me han robado el sueño
fue por ese conjunto de colores tan armonioso,
esos matices que en sí representan un todo,
aquellas imágenes que no se repetirán jamás
[esa tu presencia que observé tan poco, pero que
me impactó al instante].

Me han robado el sueño
no fue una casualidad,
ni amagues de un destino errante,
fue más bien un sólo ente , y tiene un nombre...

[...]

[Sólamente aquella brisa respirará inspiración, nostalgía, alegría]