Requerir Requerimientos

viernes, noviembre 14, 2008

Todo, hoy en día y siempre, ha estado basado en requerimientos.

Para los nacidos en este siglo, y los poco consientes de su realidad cercana, un requerimiento puede ser, por ejemplo, lo que necesita su computadora para correr el último juego de moda o la velocidad que necesita su conexión de internet para que aquella foto 18+ cargue más rápido. Total, si uno tiene medios, va y consigue lo que le falta.

Hoy me detuve en una banca de la universidad, pensando en los requerimientos que se me exigen hoy en día. Hice una lista objetiva, sin meterme con eufemismos sobre el futuro y esas historias y me topé con idiomas extranjeros, dinero que no tenía caras conocidas, conocimientos de lenguajes universales -¿absolutos?-, manipulación de fórmulas, estudio de dogmas, teorías, ramas, árboles, hojas, pensamiento crítico, reconocimiento social -por más bajo perfil que se tenga, nunca falta un ápice de nuestra personalidad que no se resiste a decir Aquí estoy- y por ende, muchas otras cosas.

¿Requiero de algo para alcanzar los requerimientos que me exigen los demás?

Tal vez la primera herramienta que uno adquiere es la recurrencia.

La recurrencia es la forma en la cual se especifica un proceso basado en su propia definición. Siendo un poco más precisos, y para evitar el aparente círculo sin fin en esta definición, las instancias complejas de un proceso se definen en términos de instancias más simples, estando las finales más simples definidas de forma explícita.

Es decir, la simplificación de un problema complejo es la división de este en subproblemas del mismo tipo.

¿Suena esto al maquiavélico pensamiento de Divide y Vencerás?

Literalmente sí. Y en sí de eso se trata; el ser humano tiende a entrar en un conflicto cuando quiere solucionar un problema. Primero intenta solucionarlo en ese instante, con la cabeza aún convulsionada por la aparición del problema; a seguir, se promete a sí mismo Pensarlo mejor y verlo con las ideas más frías -concepto falso porque el accionar final producto de una serie de reflexiones da como resultado la más pura esencia de nuestro ser y sin importar el tiempo que pase de la aparición del problema, la solución será la misma para nosotros, a menos que exista un fuerte factor externo que nos influya a cambiar nuestra esencia-.

¿Pero a qué nos llevan los problemas y los requerimientos? ¿Y la recurrencia?

Tendemos a repetir los mismos errores una y otra vez, en la medida que nos entercamos por alguna cosa o circunstancia. Tendemos también a analizar los problemas en función a nuestra visión del mundo, la cual comprende muchas otras subfunciones, como nuestros sentimientos, nuestra personalidad, nuestra capacidad crítica... tantas cosas.

¿Cómo aprovechar nuestra capacidad de dejar en stand-by tantas cosas en nuestra cabeza?

La recurrencia nos dice que hasta que no termine la última llamada a la función, todas las cosas que siguen después de dichosa llamada, quedan pendientes; es decir, tenemos un método y justo en el medio de la reflexión el método obliga a autoreferirse, por lógica, el proceso tendría que continuar hasta que esa autoreferencia se haga nula. ¿Qué hacemos luego? Si habían más instrucciones después de la autollamada, se las desarrolla una a una hasta que se termina la función, todo esto resolviéndolo de adelante para atrás -último al prmiero-.

Créase o no, el cerebro tiene la capacidad de hacer todo esto y más. Pónganse a pensar cuando analizan tener una charla con alguien que realmente les molesta. ¿No suponen cada respuesta que podría lanzar esa persona a cada una de sus preguntas? ¿No retroceden en la charla imaginaria cuando se les ocurre que la respuesta podría ser algo más?

¿Y los requerimientos?

Con toda esta capacidad, podemos responder la pregunta que hicimos a un comienzo -noten la recursividad en ella-

¿Requiero de algo para alcanzar los requerimientos que me exigen los demás?

Necesitamos esa capacidad analítica de poder utilizar ese poder de volver sobre nuestros pasos para llenar nuestros propios requerimientos y así, llenar los que la sociedad impone.

Por nuestro bien.

2 aportaciones:

Carlos Lauredo dijo...

La pregunta no es cuales son los requerimientos que tienes los demás para contigo, y como alcanzarlos, yo creo que sería, cuales son los requerimientos que tienes contigo mismo, y si te crees capaz de alcanzarlos...

Desprogramar el cerebro, la primera tarea que te encomiendo... así verás que lo que está más alla no está mal, y no es tan diferente a lo que habías pensado... hasta entonces...

Un saludo...

PD:No somos programas de pc para realizar funciones, es como una base de datos que busca la mejor respuesta, un programa es la SIMULACIÓN de eso, más no lo original... xD... capaz haya metido la pata por ahí...
PD1:Ni una niña de 12 escucha eso, mierda.

Memo dijo...

No somos programas de PC. Los programas de PC están inspirados en funciones humanas, y una de ellas, es la recursividad.

Es claro que debemos primero pensar en nosotros mismos y, si no nos conocemos bien antes, todo los demás esfuerzos no servirán...

Saludos Lauredo y gracias por leer.