Relato de Sergio Stepansky

domingo, noviembre 16, 2008

Relato de Sergio Stepansky
León de Greiff

Juego mi vida, cambio mi vida.
De todos modos
la llevo perdida…

Y la juego o la cambio por el más infantil espejismo,
la dono en usufructo, o la regalo…

La juego contra uno o contra todos,
la juego contra el cero o contra el infinito,
la juego en una alcoba, en el ágora, en un garito,
en una encrucijada, en una barricada, en un motín;
la juego definitivamente, desde el principio hasta el fin,
a todo lo ancho y a todo lo hondo
- en la periferia, en el medio,
y en el sub-fondo…

Juego mi vida, cambio mi vida,
la llevo perdida
sin remedio.

Y la juego, - o la cambio por el más infantil espejismo,
la dono en usufructo, o la regalo…:
o la trueco por una sonrisa y cuatro besos:
todo, todo me da lo mismo:
lo eximio y lo ruin, lo trivial, lo perfecto, lo malo…

Todo, todo me da lo mismo:
todo me cabe en el diminuto, hórrido abismo
donde se anudan serpentinos mis sesos.

Cambio mi vida por lámparas viejas
o por los dados con los que se jugó la túnica inconsútil:
- por lo más anodino, por lo más obvio, por lo más fútil:
por los colgajos que se guinda en las orejas
la simiesca mulata,
la terracota rubia,
la pálida morena, la amarilla oriental, o la hiperbórea rubia:
cambio mi vida por un anillo de hojalata
o por la espada de Sigmundo,
o por el mundo
que tenía en los dedos Carlomagno: - para echar a rodar la bola…

Cambio mi vida por la cándida aureola
del idiota o del santo:
la cambio por el collar
que le pintaron al gordo Capeto;
o por la ducha rígida que le llovió en la nuca
a Carlos de Inglaterra;
la cambio por un romance,
la cambio por un soneto;
por once gatos de Angora,
por una copla, por una saeta,
por un cantar;
por una baraja incompleta;
por una faca, por una pipa, por una sambuca…
o por esa muñeca que llora
como cualquier poeta.

Cambio mi vida — al fiado- por una fábrica de crepúsculos
(con arreboles);
por un gorila de Borneo;
por dos panteras de Sumatra;
por las perlas que se bebió la cetrina Cleopatra —
o por su naricilla que está en algún Museo;
cambio mi vida por lámparas viejas,
o por la escala de Jacob, o por su plato de lentejas…
¡o por dos huequecillos minúsculos
- en las sienes- por donde se me fugue, en gríseas podres,
toda la hartura, todo el fastidio, todo el horror que almaceno en mis odres…!

Juego mi vida, cambio mi vida.
De todos modos
la llevo perdida…

1 aportaciones:

Rigelira Libelo dijo...

ah... me encanta eso de echar la vida por el caño.

Pero soy incapaz de hacerlo.

El hombre que escribe este tipo de cosas, en el fondo también sabe que le lastima vivir en el limbo, que daría lo que fuera por un hogar tranquilo...

Pero antes de que eso suceda es preferible morir.

ESA ES LA CONVICCIÓN!

Por eso me encanta.

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Bonito mi blog, no? Con ese reproductor de "Hand In Glove", las fotos de Baires, el mapita y el infaltable "ACÁ SE ESCUCHA SÓLO ROCK AND ROLL"....

Por eso me encanta.

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Y bueh, voy a escribir algo sobre el clima, que no deja de dar sorpresas en pleno verano, oremos para que en mi viaje no salga con sus cambios de humor que son impredecibles.

Por eso me encanta...

ME ENCANTA VIVIR!! y eso se lo digo al señor de la vida perdida.

Adiós Caballero!