Sobre la Soledad (IV)

lunes, julio 21, 2008


Te vi caminando con tus jeans descocidos, una polera roja, un flequito te tapaba el rostro.

Nuestras miradas no se despegaron un instante. Envidié tu capacidad de retener mi atención, tu voz silenciosa que me llamaba a tirarme por la ventana del automóvil...

Mi viaje no pudo ser más justificado...

Y te fuiste cuando cambió el semáforo.

Y volviste cuando no te llamé...

0 aportaciones: