Se sintió tan fuere y seguro de sí mismo que quiso probar sus fuerzas.
Comenzó a decirse mentiras, primero piadosas, luego peligrosas, inocentes y finalmente comprometedoras.
Era tan absoulta su convicción, que vivía decepcionándose de sí mismo a tal manera que luego de una caída, terminaba reconstruyéndose de diferente forma cada vez...
No faltó el día en que se dijo una verdad y cayó en cuenta que era Pefecto.
Obviamente, ese error lo llevó a creer que no necesitaba más retoques y salió al mundo a defender sus ideas a como dé lugar.
Nunca pensó que hubieran otras personas que tuvieran afinidad con sus ideas... hasta que volvieron a hacerle caer en cuenta que estaba equivocado... Y no pudo reconstruirse más.
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