Alas

miércoles, mayo 28, 2008




Deberían dejarnos volar libres desde el nacimiento...

Para así poder aprender solos lo que es tener alas y no simplemente acomodarnos las plumas cada vez que el viento nos revuelva la conciencia.

¿Supervivencia quizás? No, más bien, un método de aprendizaje continuo; a nadie le gusta caer, pero es peor que mientras se vuele alguien más estiré su ala invadiendo nuestra libertad, nuestra visión.

Nuestros sueños.

¿Quién osaría retarnos si no hemos sido totalmente contaminados por esa avaricia del acaparamiento de la verdad absoluta, de una verdad que intenta regir a todos y premiar tanto como castigar por igual a quienes la siguen o no?

Quién osaría retarnos entonces si tenemos fijo el pensamiento de que todo es posible si se quiere, en el marco, tanto de volar, de soñar, de escapar de esa verdad absoluta.

Pobre sí el que intente desafiar el sistema.

Será reemplazado, inmediatamente la tribu se dé cuenta que no es como los otros, por alguien más astuto -tal vez-, más osado -quizás-, o simplemente siguiendo las Leyes de la Vida -por lo general- que pueda satisfacer otras necesidades más banales y rutinarias.

Así hasta que la evolución decida quién debe extinguirse.

Noé Caballero

1 aportaciones:

Guillermo Urquizo Nuñez dijo...

Nóe, gracias por recordarme que las alas no se terminan con los años, que nunca, por nada ni por nadie se terminen. Un fortísimo abrazo
Father