(Notas al margen)

lunes, junio 21, 2010

Hace mucho tiempo no sentía esta ansiedad en el pecho, ese descontrol pasivo, esa manía desmesurada y esa clase de pasión combinada con tranquilidad; y es que más allá de la locura se encuentra la razón, escondida entre los matorrales de la inseguridad, camuflada con pequeñas manchas color caqui, encerrada bajo un manto de dejadez y temblando tal cual ave aprendiendo a volar, y no sólo eso, fuera de aprender y temblar, el hecho de volar sobre, o tal vez bajo, un cielo nuevo, celeste, azul, gris, lila, rojo, amarillo, y todas las combinaciones posibles con ese blanco de las nubes, aquel blanco brillante, inhóspito, de pocas sorpresas, de grandes alegrías; un blanco de multitudes que no hace más que recorrer el mundo con ayuda del viento, tal cual lo hacen la fe con los sueños, las esperanzas con las ilusiones, las abejas con el polen, las flores con los colores, los amantes con el amor, amor tan complicado de definir como quien intenta explicar estas líneas, que no hace más que escribir y escribir hasta que se acabe el margen, la tinta, la labia, la verborragia o simplemente las ganas de decir que hace mucho tiempo que te esperaba.

Y que ya estas aquí.

0 aportaciones: