Sentidos

sábado, mayo 29, 2010

Tengo sabor a ti
y en mis pupilas está el color de tus labios.

Mi pelo se mueve al compás de tu respiración
y en mis dedos está la forma de tus caderas.

Ya no tengo la mirada errante a causa del tiempo,
una mirada tuya hace que el tiempo yerre.

Estoy rendido ante tu hoyuelo
y cautivado cuando se esconde discretamente entre tu sonrisa.

Y sé que juntos
podemos hacer un concierto para piano sólo con nuestros pies.

Que tus lágrimas son de fénix
porque curan todas las heridas del tiempo.

Hoy, mientras dormía
quería esconderme ahí, ahí donde tú sabes
[para que el mundo no me encuentre].

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