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Tengo dos caminos
no quiero marchar
no quiero trotar
marcar el paso.
Quiero correr
[contigo].
Tengo dos caminos
el amarillo, el clásico
y el del color que te gusta
[que no recuerdo bien...]
Es momento de revisar viejas promesas
de desempolvar los archivos
de sacar las rosas secas de los libros
de revivir aquel dibujo sin terminar.
Es esa hora donde el disco de vinilo suena
donde la aguja puntea una dulce melodía
es tiempo de nuevas esperanzas
de lucha, sonrisas y viejas manías.
Es el espacio ideal
para cerrar los ojos, imaginar
colorear, salirse de la línea
que el sol sea azul y las estrellas
[sean tus uñas]
Es momento que la agonía termine
que la muerte y la vida se peleen un cupo
que seas la juez y parte
[y que seas lo más parcial posible].
Tan poco tiempo y mucho que hacer
musicalmente, es ir lento o suave
es sucumbir ante la tocata o la fuga
es marcar el paso simulando una tensa calma...
Tan pocas palabras y mucho que decir
literalmente, es definir o explicar
es caer en la verborragia o en lo abstracto
es finalizar la historia con una simple coma...
Tan pocas pruebas y mucho que demostrar
entre tú y yo, es más que una brecha
es una distancia que en la vida real se traduce en centímetros
son dos palabras que hoy en día no encuentran razón de ser.
Pero
en la infinidad de interpretaciones
en la soledad de sus pendientes
debo hacerlo por ella;
Pero
en lo limitado de su mirada
en la compañía de sus pretendientes
debo hacerlo por ella;
Pero
en la magia de su voz
en la cumbre de su respiración
en la incertidumbre de una risa
de su aprobación o frustración;
hazlo por ella.
Por su paz interior
por su universo
por el camino que recorrerá
por los pétalos que se necesitarán
[por el encanto que su figura encierra].
Hazlo por ella
por el gracias que nunca será
por los días que realmente pasarán
[pero que serán nada comparados
con algunos segundos de gracia...]
Lo que siempre Fue
continuará Siendo
por más que Haya Sido algún momento
no queda más proyección que el Será.
Entonces, Sea,
Fuese, o Fuere
no importa el pasado o el futuro
no importan las arrugas o accidentes
[seguirá siendo el mismo].
Cada segundo, una victoria
cada minuto, una revolución
cada hora, una novela
cada día, una historia distinta,
cada semana, una espera infinita
cada mes, una lenta agonía,
cada año, la resurección.
Y cada instante...
[cada instante ES].
Tu despecho
es como el azucar en mi café
gira en torno al calor del momento,
se asienta pasado el tiempo
[y las vueltas que se den al asunto].
Sin embargo
mis sueños son como el humo de tu cigarro
repercuten más en los demás que en mí mismo
son olvidados fácilmente
[pero su vestigio reluce tarde o temprano].
Al final
nuestros encuentros son como las flores del verano
algunas veces, se caen por descuidadas
otras, lo hacen para construir caminos
[más allá de la belleza y su significado].
Notas la diferencia
entre el cigarro, el café
las flores, tus ganas, mis intenciones
las Palabras, los recados
[los zapatos que dejan nuestras huellas...]
Marcha atrás
no encuentro más
que proposiciones sin respuesta.
Fantasmas
que no son más que sábanas blancas
no sé muy bien a donde voy.
Hojas
que no volverán a estar íntegras
cada arruga es una victoria.
Lápices gastados
marcas de agua, colores, perfiles
nunca antes una sombra fue tan clara, tan nítida
[hasta que volviste].
Son gotas
de sal
de ángeles sin nombre.
Son cristales
de carbono
de diamantes sin nombre.
Leyes, mares
y metáforas;
risas, mareas,
anagramas y humedad.
Ten cuidado
que la lluvia
[te puede mojar...]
Lluvia
no te robes mi luna
que es la única joya que me queda
de entre todas estas baratijas.
Lluvia
no empañes mis ventanas
que siempre sale un sol cada día
no lo dejes solo ahí afuera.
Lluvia
no dejes de caer
que en cada gota liberas el alma de un caído
y en cada nube guardas la memoria
[de un amor fallecido]
Hoy me dijiste
que tengo pinta de pirata
que un loro es mi conciencia
y que miro por un ojo
[desde que el otro se perdió en altamar].
Hoy notaste
que mi barba está crecida
que tengo pelusas en el pelo
tengo un trapo como atuendo
[una sonrisa de tres días].
Sin embargo
me faltan dedos para contar tus despedidas
me sobran cicatrices para numerar tus caricias
me quedan muchas guerras para compararlas
[con tus idas y venidas].
Tengo el mapa del tesoro
grabado en una galleta,
la guarda el loro en una cajuela
confío en su pico inquieto
[más que en mi corazón maquiavélico].
A pesar de que nadie fue testigo
el secreto de tu viaje se queda conmigo;
a pesar de que lo niegues mil veces
el secreto de nuestro viaje
[muere junto al ancla y a la almohada
que descansan junto a tu corona...]
