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Mientras tomo tu mano en este momento
observo como lentamente te abres espacio en el tiempo.
Quiero dibujarte hoy un paisaje hecho a mano
con colores más brillantes que tus ojos
cascadas refrescantes que te refresquen toda.
Secar tu cabello, fibra por fibra, más allá de la cordura
darle la curva a tus cejas para que me mires siempre.
Quiero que te quedes aquí.
No desesperes...
De no dormir
será la noche de los fieles
de no escapar
será la madrugada de los débiles.
De no pensar
será el día de los mártires
de caminar
será la tarde de los ausentes.
De respirar
será el ocaso de la piedad
de venganza
será el amanecer de la soledad.
De unas cuantas letras
serán estas palabras al viento
y de unas cuantas frases
serán estos evangelios de pocas nuevas.
De interpretar
serán las mentiras
de destruir
será lo que ya no es nada.
De búsqueda
serán los días perdidos
de sonidos
serán todas esas voces, esos gritos escondidos.
De todo
serán los días.
Revancha
es lo que piden mis sentidos para el día en que te fuiste
venganza
es aquello que buscan mis manos por el día que dejaron de crear.
Confusión
es ese infinito formado por tus brazos al abrazarme
y melancolía
es el vaso de agua que te tomaste la última vez.
Cansancio
fue aquello que sucedió cuando no quisiste correr
y te faltó el aire
el día que decidiste nadar entre las dudas.
No quisiera saber
pero soy curioso de tu día
de qué es lo que haces sin mí.
Porque lo que hago sin ti es de conocimiento popular.
De haberme ido sabiendo que soy importante
de saber que no volveré, si no es en mucho tiempo,
nunca.
Soñador ambulante, pesimista sonriente,
mago de trucos nuevos y malabarista de ilusiones,
son los oficios en mi tiempo libre.
Escapista de cuerdas flojas
nadador de estrechos falsos
contemporáneo de quienes llamamos románticos.
No quisiera saber,
pero soy curioso.
Quiero saber si me olvidaste
o hiciste el intento de no poder.
Espía de artistas fracasados
escritor de historias trilladas
ancestro de la perdición.
No quisiera saber
pero soy curioso de tu vida
de qué haces cuando en tu imaginación
[aparece mi sonrisa...]
No quisiera saber,
pero soy curioso.
Soy un egoísta sin remedio.
El bigote
me dice que los días han pasado sosteniéndose
frágilmente de extremo en extremo
a través de una realidad que no comprendo a cabalidad.
Mi cansancio
susurra lentamente según su ritmo
una canción que sólo en sueños puedo comprender
a través de una melodía que despierto no asimilo con facilidad.
Mi angustia
me responde disparatada tal cual vive
preguntas que jamás existieron en el pasado
a través de un megáfono que silenciosamente se abre paso por mi realidad.
La barba
me abraza como un ciempiés sempiterno
todos los días que no encuentro un fugaz sosiego
a través de su cuerpo, tan moldeado a mí, sin maldad.
Mi dejadez
hace todos los quehaceres por mí
inclusive los que son para días después de mañana
a través de su fuerza innegable de apoderarse de mi voluntad.
Mi paciencia
sufre de paranoia al verse al espejo
y a su vez hiberna los días de sol
a través de su espíritu libre, me encadena lentamente a la soledad.
El cabello
me protege de todo mal cuando duermo
es más, su desorden es tal vez la cosa con más sentido en mí
a través de su rebeldía, puedo decir hoy que el tiempo me tiene infinita piedad.
Mi amor
es lo único que me hace vivir
maneja con hilos lo que alguna vez fue un cuerpo de madera
a través de él, hoy puedo correr libremente a través de la eternidad.
Ella
con el simple hecho de existir
se convierte en uno más de mis sentidos
dándole sentido también a mi existencia
a través de su alma, puedo ver más que a través de una ventana apuntando al paraíso.
Porque ella es eso
el lugar en el que quiero estar para siempre.
Sólo decirte que al ver más allá de la almohada, como guerrero en trinchera, como niño oculto en el asiento trasero del automóvil, como cachorro en alguna ventana, te veo allá, cuidando el horizonte; decirte que mis ojos tienen el color de tu sonrisa.
Sólo decirte que al respirar, al sonar los dedos, tu perfume se desprende de todas partes. Y que al sentirlo, siento también que vuelo.
Sólo decirte que mis manos no conocen otra acrobacia que reconocerte.
Sólo decirte que el silencio no es más que nuestras bocas ocupadas en algo más.
Y que mi boca concuerda con mi mente en que tu nombre rima con todo.
Al estar contigo
me regalas un segundo de vida con cada respiro tuyo.
Me regalas un respiro tuyo en una partícula llamada eternidad.
Y en esa eternidad, creas recuerdos móviles
no se van, pero tampoco se quedan;
son como las nubes, que con el viento y el calor
aparecen y desaparecen en los momentos jamás pensados.
Eres el sol que mueve mis nubes
la luna que las ilumina cuando no hay luz.
Al estar contigo
me regalas un año de vida con cada suspiro.
Y no necesito más
para dedicar toda mi vida (que ya se ve crecida)
a rendirte tributo y homenaje.
